El potosino, Federico Sánchez Fogarty, (1901 – 1976) fue el publirrelacionista de Cementos Tolteca.  En 1931, con motivo de la inauguración de la fábrica, organizó un concurso de arte ofreciendo un cuantioso premio.  Convocó a Tamayo, a María Izquierdo, a Juan O’ Gorman, a Manuel Álvarez Bravo y a otros jóvenes artistas de la época.  O’Gorman ganó el premio de pintura.

Sánchez Fogary fue un gran visionario al considerar a la fotografía como una de las bellas artes.

Desde 1936, Sánchez Fógarty y su esposa Magda, organizaban reuniones en su casona de Tacubaya donde asistían poetas, escritores, artistas y críticos.  Él llamaba a estas tertulias las “Fiestas del Tercer Imperio”.  Salvador Novo hace las crónicas y las publica en los periódicos de la época.
En estas fiestas convivían quienes contribuyeron a la construcción de la estética del México moderno.
El Imperio de Tacubaya de Sánchez Fógarty, también conocido como el Imperio de la Ilusión, fue el conjunto de más de trescientas fiestas realizadas durante veintitrés años, con distintas características y denominaciones: Los Grandes Sábados, La Escuela Imperial, las All Imperial y los Tés Locos.  Estas fiestas, a las que asistían los personajes más conocidos de aquel tiempo (el presidente Miguel Alemán solicitó ser invitado) se convirtieron en una tradición de la Ciudad de México.
Durante los Tés Locos,  a partir de las siete de la tarde en punto, el anfitrión tocaba su fonógrafo y en un podio lo dirigía cual orquesta, usando como batuta un pincel de José Clemente Orozco.  Él se proclamaba Almirante de una escuadra de bicicletas y cada invitado recibía un título nobiliario.  Cuando el anfitrión tocaba un gong, todos debían partir.  Maris Bustamante afirma que estos tés fueron el antecedente del performance en México, que fueron proto-performances.
En 1940, bajo el seudónimo de Carmen Reyes, Salvador Novo empezó a hablar de los Grandes Sábados en su columna “Martes de las Gómez”.

Anfitrión excéntrico, Federico Sánchez Fógarty fue mecenas, coleccionista y escritor.  Es autor del libro Vida y muerte del Tercer Imperio mexicano.